NORMAS FAMILIARES

La Dra. Claudia Black es experta en codependencia y adicción y se centra en los trastornos adictivos y los sistemas familiares. La Dra. Black es reconocida por su trabajo en todo el mundo y sigue liderando, enseñando e instruyendo sobre temas relacionados con la adicción. En su libro It Will Never Happen To Me, la Dra. Black aborda tres reglas principales que existen en las familias cuando alguien tiene una dependencia química: no hables, no confíes y no sientas.  Los niños pueden ser silenciados abierta o pasivamente. Como buenos observadores, los niños aprenden rápidamente a reprimir sus emociones observando las acciones de los adultos en sus vidas. En general, parece que los efectos de estas normas empiezan a manifestarse negativamente a partir de los veinte años. Estas normas se establecen en la mayoría de las áreas de la vida del hijo adulto, lo que puede dar lugar a dificultades en las relaciones y el empleo, así como a problemas en otras áreas de su vida. Es importante entender las reglas, reconocerlas y empezar a modificar la dinámica familiar. La Dra. Black explica los roles y ofrece recomendaciones para empezar a cambiar la forma en que se expresan los sentimientos.

1. No Hablar: Alimentada por el miedo y el control, esta regla empieza racionalizando y poniendo excusas a la adicción; la racionalización, con el tiempo, convierte la adicción en algo normal. En algunas familias ni siquiera se ponen excusas, sino que no se habla de la adicción. Esto suele ocurrir cuando los miembros de la familia quieren enmascarar el dolor y no hablar del abuso del alcohol y, si no hablan de ello, la adicción puede desaparecer. La exposición prolongada a estos comportamientos puede hacer que los niños teman que no se les crea si hablan. Además, no saben cómo hablar con los demás sobre la adicción de sus padres. 

2. No Confiar: La confianza se basa en la seguridad, la fe y la confianza. Los niños necesitan seguridad y atención concentrada para sentir que tienen apoyo para cualquier cosa por la que estén pasando. Estos componentes suelen faltar en un hogar donde hay una adicción química. Los niños se confunden debido a los mensajes contradictorios de sus padres a causa de la adicción. Identificar la ausencia de confianza en un niño no es difícil. A menudo, los niños que no confían se sienten desconfiados o confundidos por la atención o los actos amables de sus padres. En los hogares adictivos suele faltar seguridad psicológica y/o física, lo que produce desconfianza. 

3. No Sentir: Las normas "no hables" y "no confíes" contribuyen directamente a la incapacidad del niño para compartir o expresar sus sentimientos. Los niños que viven con un padre o una madre adicta suelen estar tan desesperados que descubren que la única forma de hacer frente a la situación es reprimir (ignorar, contener u ocultar) sus sentimientos o simplemente no sentir nada en absoluto. 

Otras reglas incluyen:

• no pienses (no pienses en lo que está pasando);
• no cuestiones (no cuestiones lo que está pasando);
• no pidas (no pidas nada ni esperes nada);
• no juegues (sé maduro);
• no te equivoques ( los errores no se toleran)  

Identificar y combatir estas normas puede ser un reto. Sin embargo, una vez identificadas, hay formas de reintegrar la comunicación, la confianza y los sentimientos en la familia.  

1. No Hablar: Como hijo adulto, madre o padre alcohólico, o madre o padre no alcohólico, si sientes culpa, confusión o vergüenza de tu propia infancia o adicción es importante que hables de ello. Si temes compartir tu pasado porque piensas que alguien no te creerá, habla de tu pasado. Si te han dicho que no hables, has tenido experiencias negativas en torno a temas de adicción o crees que no saldrá nada bueno de hablar, tienes que hablar con alguien sobre tu pasado. Para combatir la regla de "no hablar", empieza por hacer una lista de las personas con las que recuerdas haber hablado de niño (si las hay). A continuación, haz una lista de las personas con las que estarías dispuesto a hablar de tu infancia en la actualidad.

2. No Confiar: La fe, la confianza y la seguridad son componentes clave en una relación de confianza. Introducir la confianza en la familia lleva tiempo y esfuerzo, pero se puede conseguir. Empiece por dedicar tiempo a la familia, como una cena cada noche o un desayuno cada mañana. Establecer un horario familiar cada día ayudará a crear confianza. Escuche y valide los sentimientos de su hijo. Tal vez durante estas comidas haga que todos compartan sus puntos altos y bajos del día. Esto creará una comunicación abierta y honesta que le dará a usted, como madre o padre, la oportunidad de escuchar a su hijo. Un niño necesita que sus padres le presten atención para establecer una relación de confianza. Éstas son sólo algunas de las cosas que puede empezar a aplicar en su familia para combatir la regla de "no confiar".

3. No Sentir: Para superar la regla de "no sentir", empieza a considerar tus sentimientos como amigos. Los sentimientos no son ni buenos ni malos; son simplemente señales que indican algo. Cuando empieces a darte cuenta de que está bien sentir, el simple hecho de reconocer e identificar cuándo y qué sientes es un gran logro. Expresar tus sentimientos de forma constructiva una vez que los aceptas y los identificas te dará más confianza y disminuirá el miedo que has desarrollado en torno a los sentimientos. Cuando aprendes a identificar, aceptar y expresar tus sentimientos, puedes empezar a notar patrones que te llevarán a una mayor recuperación y crecimiento, lo que resultará en combatir la regla de "no sentir" en tu vida. 

La Dra. Claudia Black colaboró en la creación del programa Camp Mariposa de Eluna. Si desea profundizar en estas ideas, aquí tiene un enlace para adquirir el libro de la Dra. Claudia Black It Will Never Happen To Me. 

Artículo en inglés