Duelo fraternal: Cómo ayudar a sus hijos/as tras la muerte de un hermano/a
Mi hermana murió de cáncer justo antes de que yo cumpliera 16 años. Era 10 años mayor que yo, pero éramos las mejores amigas y lo hacíamos todo juntas. Después de su muerte, me sentí enfadada e impotente, como si nadie pudiera entender por lo que estaba pasando. Me faltaba una parte de mí. El vínculo entre hermanas/os es único y, como cualquier relación familiar, a veces puede implicar sentimientos complicados.
A medida que crecen, los hermanas/os comparten experiencias, hitos y expectativas de tener un amigo/a para toda la vida. Cuando uno fallece, los hermanas/os supervivientes pueden retraerse, ponerse ansiosos o empezar a comportarse mal (2). Niñas/os supervivientes también pueden tener un sentimiento de culpa, tal vez por haber deseado recibir más atención si su hermana/o estuvo enfermo durante mucho tiempo. Tal vez se arrepientan de algo que dijeron o hicieron. Es normal que los hermanas/os se peleen. Si tu hija/o es adolescente, puede que haya pasado más tiempo con sus amigas/os que con su hermana/o. El proceso de duelo tiene muchas etapas y puede durar toda la vida.
Las cargas del duelo como cuidador/a pueden ser duras. Es posible que se sienta atrapado entre el equilibrio de su propio dolor y el apoyo a sus otros hijoas/os. A los hermanos/as se les llama a veces los dolientes olvidados porque reciben menos atención y apoyo que otros miembros de la familia. Si su hija/o ha sufrido una enfermedad prolongada, es posible que los hermanos/as se hayan sentido olvidados incluso antes de la muerte (1;2).
Me puse en contacto con familias que perdieron a sus hijas/os y hablé con profesionales del duelo de Camp Erin. Estos son los consejos que quieren compartir con otros madres, padres y cuidadores:
1. No tenga miedo de hablar de la persona fallecida.
- Una madre que perdió a su hija de 8 años me dijo que si pudiera cambiar algo, hablaría más abiertamente de su hija fallecida. Le preocupaba que hablar con sus hijos les hiciera sentirse incómodos, pero ahora se da cuenta de lo mucho que necesitaban que les preguntara cómo estaban. Cuando padres e hijos hablan abiertamente sobre la muerte, desarrollan juntos habilidades de afrontamiento saludables (2).
“Soy el tipo de persona que pone [los sentimientos] en un estante o los esconde en lugar de enfrentarse a ellos. El problema es que hay que quitarle el polvo de vez en cuando. Si me ocupara de las cosas en ese momento, tal vez no sería necesario quitarles el polvo”. -Madre del Camp Erin
- Su familia puede crear un plan de comunicación o una señal para que los demás sepan cuándo están preparados para hablar. Tal vez, después del colegio, su hijo/a necesite un rato a solas para relajarse antes de que usted le pregunte cómo está. Puede que se sienta más cómodo/a escribiendo sus sentimientos a través de un mensaje de texto, y así podrán comunicarse entre ustedes. Cada niño/a y cada familia son diferentes, así que puede que haya que probar y equivocarse para averiguar qué funciona mejor en cada caso.
“Creo que no les pregunté lo suficiente sobre sus emociones porque sé que no habría sido capaz de asumir su dolor junto con el mío”. -Padre de Camp Erin
- Puede resultar difícil y generar muchas emociones, pero compartir recuerdos es una forma estupenda de recordar a la persona fallecida.
2. Haga saber a sus hijas/os que pueden contar con su apoyo y con otros adultos de confianza.
- Como a veces no se toma en cuenta a los hermanos/as, puede expresarles que cuenta con su apoyo. Le necesitan pero pueden tener miedo de entristecerse. No hace falta que ponga cara de valiente todo el tiempo. Al estar emocionalmente presente con sus hijos/as, apoya su duelo y les hace saber que no le han perdido a usted también (1).
“Tenía tanto miedo de que se pusieran tristes que nunca les pregunté cómo se sentían o si querían hablar de ella. Ahora hablamos más de ella, pero ojalá me hubiera sentado con ellos y les hubiera dicho: ‘Me estoy esforzando mucho por ser fuerte, pero es difícil'”. -Madre del Camp Erin
- Su autocuidado es esencial para que tenga la energía necesaria para ayudar a sus hijos/as a lo largo de este proceso. Los profesores, entrenadores o amigos de la familia pueden intervenir y ayudar a su hijo/a si parece que en casa se aleja de su dolor. Mientras que algunos niños/as se sienten cómodos siendo vulnerables con los miembros de su familia, otros prefieren abrirse a otras personas que no estén de duelo.
3. Busca comunidades de apoyo tanto para usted como para sus hijas/os.
- Perder a un hermano/a a una edad temprana puede resultar muy aislante cuando los demás no lo entienden. Los hermanos/as en duelo corren un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental que sus compañeros (1), así que encontrar salidas para expresarse contribuye a su bienestar.
“Creo que si tuviera que volver a hacerlo, habría sido más abierta sobre lo difícil que era actuar como si lo estuviese llevando bien”. -Padre de Camp Erin
- Encontrar tiempo y espacio para cuidar de uno mismo puede ser todo un reto. Si es sincera sobre cuándo necesita un descanso, podrá apoyar mejor a sus hijos y a usted misma.
4. Reconoce que la vida será diferente, pero encuentra formas de recordar a la persona en sus rutinas.
- La vida cambiará después de la muerte de su hija/o, y está bien cambiar la forma de hacer las cosas. Un año, mis padres me visitaron en España el día del cumpleaños de mi hermana. Aunque la echábamos de menos y deseábamos que estuviera viva para acompañarnos, aprovechamos el día para honrar su vida y hacer algo nuevo por primera vez. Su familia puede descubrir nuevas formas de mantener los vínculos y la conexión con la persona fallecida.
- Si decide ordenar los objetos de su hijo/a fallecido, incluya a sus otros hijos/as en este proceso. Ciertas cosas pueden ser importantes para ellos/as pero no para usted, y viceversa. Permita que sus hijos/as tengan voz en el proceso y que sea una oportunidad para compartir recuerdos mientras revisan las cosas.
El proceso de duelo es diferente para cada persona. El duelo no es algo que tenga que resolver, sino una parte de su vida con la que puede aprender a seguir adelante.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Cuáles son las dos formas en que puedo cuidarme hoy?
- ¿Cómo puedo compartir algunos de mis sentimientos de dolor con mis hijas/os?
- ¿Qué podemos hacer en familia para recordar a la persona fallecida?
Recursos útiles para madres y padres:
- En español: Los Mejores Libros de Duelo para Jóvenes
- En español: Cuando Muere Alguien: Un Libro de Actividades para Niños/as y Cuidadores
- En español: 10 Cosas Que Los Niños y Niñas en Duelo Quieren Que Sepa
Fuentes:
1. Dickens, N. (2014). Prevalence of complicated grief and posttraumatic stress disorder in children and adolescents following sibling death. The Family Journal, 22(1), 119-126. https://doi-org.mylibrary.wilmu.edu/10.1177/1066480713505066
2. Howard Sharp, K. M., Meadows, E. A., Keim, M. C., Winning, A. M., Barrera, M., Gilmer, M. J. Foster Akard, T., Compas, B. E., Fairclough, D. L., Davies, B., Hogan, N., Vannatta, K., & Gerhardt, C. A. (2020). The influence of parent distress and parenting on bereaved siblings’ externalizing problems. Journal of Child and Family Studies, 29, 1081-1093. https://doi.org/10.1007/s10826-019-01640-0